Un carismático conductor de autobús es apodado "Arigatô-san (Sr. Gracias)" debido a las constantes palabras de agradecimiento que dirige a los peatones que le dejan paso en el camino. En uno de sus viajes desde el pueblo de Izu hasta la ciudad de Tokyo llevará en su autobús, entre otros variopintos personajes, a una madre que se ha visto obligada por la penuria económica a mandar a su hija a trabajar en un burdel.