A través de una obra pictórica nos narran la historia del pintor Eduardo Miranda que, una noche, mientras observa a un grupo de gitanos bailando, descubre a una bella muchacha granadina llamada Carmen. Deslumbrado por su belleza le propone pintarla en un cuadro. Esto provoca que la gente murmure por el barrio y, a la vez, despierta los celos de su mujer.