En un mundo futuro sometido a un estricto control demográfico, Kate, fuerte, independiente y fértil, es elegida para tener un bebé. A diferencia de su mejor amiga Jessica, Kate no quiere ser madre y sufre. A cada paso le arrebatan su elección personal y, cuando quiere regalar su oportunidad a Jessica, no puede porque su fertilidad es una mercancía y la presunta equidad de un sorteo es la forma que tiene la sociedad de mantener la igualdad y ejercer el control. Mientras las dos mejores amigas se ven destrozadas, incapaces de seguir sus sueños, consiguen despertar al público y revelar los fallos del sistema.