Francia, siglo XVI. Periodo de las guerras de religión. Diana de Poitiers (Lana Turner), amante del príncipe heredero, el futuro Enrique II de Francia (1547-1559), alcanza un poder casi absoluto gracias a su extraordinaria capacidad para manipular a los hombres. Entre sus presas están el mismísimo rey Francisco I y su propio marido, el conde de Breze. Sin embargo, para conseguir sus propósitos tendrá que enfrentarse a una rival tan astuta como ella: la intrigante Catalina de Médicis.