Un DJ a tiempo parcial y empleado de una tienda de discos llamado Richio (Arata). Con su cabello amarillo puntiagudo, gafas de sol envolventes y una máscara pálida de rostro, Richio parecería ser una luna helada que circunda el planeta distante de su propia mirada. Pero como nos muestra Okuhara desde la primera escena, Richio ha sido traumatizado por un horror de la infancia, y todavía tiene las cicatrices físicas en un ojo, las cicatrices emocionales en sueños y visiones de las que no puede escapar ni explicar. Las gafas de sol y la máscara están ahí por una razón, el dolor.