El cómic erótico está regresando a la escena pública hasta el punto que muchos lo empiezan a considerar como un género en sí mismo. Este reconocimiento ha llegado en los últimos tiempos gracias a las lujosas reediciones que se han publicado de los grandes maestros, como Crumb, Manara, Ralf König o Suehiro Maruo, pero también por el empuje de una nueva ola de creadores rebosantes de calidad y talento, como Aurelia Aurita, Aude Picault o Zep.