Hammersmith Odeon, Londres, 3 de julio de 1973. El cantante británico David Bowie interpreta por última vez a su alter ego Ziggy Stardust. Un espectáculo decadente, un collage alucinógeno de kitsch, ironía pop y excesos extravagantes: una simbiosis musical de pasión femenina y dominio masculino que define el arte de Bowie y el glam rock.