Un obrero de una planta química, inesperadamente, en un acto de rebelión, asesina al hijo de su jefe, suicidándose a continuación. Este hecho transformará por completo la vida de su mujer (Emma Küsters) quien, con la falta de apoyo que recibe de un hijo (dominado por su mujer) y de una hija (que sólo busca su propia gloria), iniciará una odisea personal en la que tendrá que enfrentarse a manipulaciones mediáticas e ideólogos políticos que buscan utilizarla para sus propios fines, ignorando la única razón que a ella le mueve: defender y devolver la dignidad a la memoria de su marido.