Cuando Cara descubre que está perdiendo el control de su vida, decide regresar a la vida tranquila al lado del mar visitando a su madre. En poco tiempo, los ritmos de la isla le abren el corazón de forma maravillosa, mientras repara la casa de la playa de la familia, se convierte en una auténtica "dama de las tortugas" y renueva viejos conocidos perdidos hace tiempo.