Todo comienza como si se tratara de un relato de espías. Un hombre se dedica a cruzar la frontera entre las dos Coreas, llevando consigo cualquier cosa que le pidan transportar. Todo comienza a oler a melodrama cuando uno de los encargos es que lleve a una mujer, la novia de un alto cargo norcoreano. A camino entre Seúl y Piongyan, la película se sitúa también entre las persecución de los espías norcoreanos y el drama propio de aquellos que están huyendo.