Mizumura es un huérfano cualquiera que va a una escuela de misionarios en Tokyo. Su vida parece de lo más normal, al menos hasta que una misteriosa chica medio Rumana es transferida a su misma escuela. Resulta que el muchacho no es tan corriente como parecía y que en realidad es un cazador de vampiros además de ser el sucesor del linaje de la casa Romualdo.