Antonio oculta a todos que él es el suplantador, pero su negocio se tuerce cuando Mansilla quiere echarse atrás y muere accidentalmente a raíz de un forcejeo con él. Juan, Lola y Nolden intentan llegar al Gato a través de Laura Acosta, la falsificadora. Les habla de Adolfo Urrutia, cliente especial de Mansilla. Juan decide entrar en su casa para comprobar si tiene las obras robadas.